Al parecer, los discos duros del tipo Flash tienen su existencia asegurada para un tiempo largo, pese a las permanentes predicciones que auguran su desaparición.
A pesar de su permanencia en el mercado de los computadores y notebooks, esta clase de discos tienen el inconveniente de que se hacen más lentos, debido al hecho de que el tiempo de espera al acceso de los datos se hace cada vez más lento.
A esta conclusión llegó un informe realizado por la Universidad de California de San Diego (UCSD) y The Microsoft Corporation, el cual es bastante crítico con la tecnología de las memorias SSD. Es por ello que las investigaciones en informática buscan reducir el tamaño de las memorias a 6 nanometros, en circunstancias que en la actualidad tienen un tamaño de 25 nanometros.
Se pretende que para el 2024 o 2025, existan memorias con nueva densidad que puedan reemplazar a las memorias tipo Flash.